Tiempo de reacción conduciendo. ¿Qué es? ¿De qué depende?

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Tiempo de reacción conduciendo. ¿Qué es? ¿De qué depende?

¿Cómo se calcula el tiempo de reacción?

El tiempo de reacción depende de:

Distancia de reacción: es la distancia que recorre el coche mientras transcurre el tiempo de reacción. Es decir, la cantidad de metros que recorre el vehículo desde que el conductor visualiza el obstáculo hasta que reacciona.

En esta distancia está muy presente la velocidad, ya que cuanto más rápido, mayor será la distancia de reacción, es decir, se recorrerá más metros en un periodo menor de tiempo.

Distancia de frenado: es la que se recorre desde que se pisa el freno hasta que el coche se detiene por completo. La distancia de frenado también vendrá condicionada por una serie de factore como: la carga del vehículo, el estado de la suspensión, el estado de los frenos, el estado de los neumáticos, las condiciones meteorológicas o el estado del pavimento (mojado, helado…), entre otras muchas.

Distancia de detención: se obtiene con la suma de la distancia de frenado y la de reacción. Es decir, es la distancia total que recorre el vehículo desde que su conductor detecta el obstáculo hasta que el coche se detiene completamente.

Entones, ¿cuáles son los factos que influyen en el tiempo de reacción?

En el tiempo de reacción intervienen:

Edad del conductor: en circunstancias normales, cuanto más avanzada es la edad de la persona que conduce mayor será el tiempo de reacción.

Ingesta de alcohol y/o drogas: este tipo de sustancias reduce la capacidad de reacción. Incluso en pequeñas dosis, la ingesta de bebidas alcohólicas y/o el consumo de drogas, afecta al tiempo de reacción al volante.

Sueño: conducir con sueño es una de las cosas más desaconsejables que puede hacer un conductor.  La falra de suelo reduce la atención, incrementando notablemente el tiempo de reacción.

Fatiga: factor muy relacionado con el anterior. Hay datos que apuntan a la fatiga como la causa de más del 40% de los accidentes.

Experiencia: estamos acostumbrados a oír que la veteranía es un grado, y al volante se cumple esta máxima. Los conductores con más experiencia están más acostumbrados a afrontar situaciones imprevistas y, por lo tanto, el tiempo que tardan en identificarlas acostumbra a ser más reducido que en el los conductores noveles o con poca experiencia.

Altas temperaturas: aunque no todo el mundo lo sabe, ni parece tan obvio como los factores anteriores, el calor aletargar a las personas, cosa que resta reflejos y, por lo tanto, incide negativamente en el tiempo de reacción.

Comidas copiosas: otro factor poco conocido como causa determinante sobre el tiempo de reacción en la conducción. Las comidas copiosas dificultan la digestión, y esto influye de forma negativa en nuestros reflejos, incrementando el tiempo de reacción.

Estado de ánimo: en cualquier situación de nuestro día a día, estar estresados y/o preocupados hace que no estemos 100% concentrados en lo que estamos haciendo. Esta falta de concentración cobra especial importancia cuando estamos conduciendo: circular sin estar totalmente centrados incrementa el tiempo que tardamos en reaccionar ante cualquier imprevisto.

Realizar otras tareas: por supuesto, realizar tareas ajenas a la propia conducción, como usar el móvil, maquillarse, comer o manipular el equipo de sonido o el GPS tiene una incidencia directa y muy negativa en el tiempo de reacción.

Desde hace años, los nuevos vehículos salen al mercado dotados de distintos sistemas de seguridad activa que ayudan a reducir el tiempo de reacción en la conducción. Estos sistemas son una gran ayuda a la hora de evitar accidentes, pero por sí solos no son suficientes. Es imprescindible que tengas en cuenta todos los factores que te hemos explicado que influyen en el tiempo de reacción. Al volante todas las precauciones son pocas.

 

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